[…] Hace tres meses […] han aparecido iglesias cristianas
que, para atraer nuevos feligreses, les están ofreciendo cursos de uso y porte
de armas de fuego. Son cursos de 10 horas, impartidos acorde a
las reglas de los estados donde se encuentran las iglesias y que, al final,
otorgan al nuevo feligrés una documento que le permite ingresar armado al
templo y pasearse a sus anchas por todo el pueblo con el arma a la cintura.
El predicador Jeff Copley, de la aldea de Marengo, en Ohio,
lo tiene claro. Para él es una cuestión de defensa y espiritualidad. “Jesús
dice a sus discípulos que vendan su manto y compren una espada.
Instruyó a su pueblo para que se prepara para defenderse a sí mismo. Es difícil
de encontrar a alguien dentro de nuestra congregación que no dispare de alguna
forma”, dijo al diario digital 'The Daily'.
Copley asegura que su 'Iglesia de Cristo' ha desarrollado
muchas actividades para atraer más gente: ha organizado fiestas y ferias, pero
no ha logrado incrementar la membresía. Por eso se le ocurrió lo de impartir
cursos gratuitos de uso de armas, porque “aquí todo el mundo dispara o
caza”. […]
En marzo, el reverendo Ryan Bennett, de la Iglesia Bautista
Central de Lexington, en Carolina del Norte, llevó a cabo el primer curso de
enseñanza de uso y porte de armas. Desde entonces, lo admite abiertamente, no
ha parado. “Queremos atraer más gente y vamos a intentar todo lo que
esté a nuestro alcance para lograrlo”, dice.
Eso sí, advierte, “nosotros promovemos un sentido de
responsabilidad (en la gente). No apoyamos la violencia. Es
apenas otra forma de llegar a la gente”. Bennett tampoco oculta que todo el
tiempo tiene un pistola de 9mm al mismo alcance que la Biblia. […]
En regiones como Texas, donde todo el mundo
puede cargar un arma libremente, las clases se están instrumentando como un
mecanismo que tiene a los activistas pro inmigrantes con los pelos de punta.
[…] “Nos encontramos como a unos 250 kilómetros de la frontera y tenemos muchas
dudas sobre la seguridad de nuestras fronteras y lo que está llegando a
nuestras ciudades”, dijo el pastor James Miller a la revista de la NRA, la poderosa Asociación
Nacional del Rifle […].
Miller dice que se siente mucho más seguro andando armado y
justifica las clases impartidas a los feligreses. Para el pastor es claramente
una cuestión de aplicar la 'Ley del Talión', el 'ojo por ojo, diente
por diente'. Incluso, un tiroteo dentro de la iglesia.
“Me siento mucho más seguro si un día el servicio en el
templo es interrumpido por algún tipo de amenaza letal, que por lo menos tengamos
alguna posibilidad de detener una masacre o un acto de terrorismo”,
dice. […]
El año 2010 el Consejo Nacional de las Iglesias de
Cristo, que abarca unos 45 millones de feligreses protestantes,
anglicanos, ortodoxos y evangélicos, hizo una declaración rotunda y firme contra
el uso de las armas en manos privadas.
“Es muy difícil de justificar en términos cristianos
el acceso del público a armas de asalto. La verdad es que el uso de
esas armas termina por arrebatar mucho más vidas que las que protege. La venta
y uso de esas armas contradice las enseñanzas de Dios que prohíben la violencia”,
dice la declaración.
Cuando se pierde el norte y se
llama “cristianismo” a (casi) cualquier cosa, entonces todo acaba valiendo. No
hay más que comprobar el absoluto desconocimiento (o manipulación, que es peor)
de la Biblia
en que incurren estos peligrosos personajes, la forma disparatada en que
justifican hacer “cualquier cosa” para atraer fieles, o los efectos del lavado
de cerebro colectivo mediante el pánico “antiterrorista”. LEx