Global Research/AlbaTV, 1.1.12
Con un mínimo debate en los medios de comunicación, en un momento en que los estadounidenses celebraban el Año Nuevo con sus seres queridos, la “Ley de Autorización de Defensa Nacional” […] HR 1540 fue firmada por el presidente Barack Obama. […]
Según la “declaración firmada” de Obama, la amenaza de Al Qaeda a la Seguridad de la Patria constituye una justificación para derogar los derechos y libertades fundamentales […]. La polémica declaración firmada […] es una cortina de humo. Obama dice que no está de acuerdo con la NDAA pero lo convierte en ley. […] Obama implementa el “Estado Policíaco de EE.UU.”, mientras reconoce que algunas disposiciones de la NDAA son inaceptables. Si tal es el caso, podría haber vetado la NDAA (HR 1540) o bien devolverla al Congreso con sus objeciones.
Él justifica la firma de la NDAA como un medio para combatir el terrorismo, como parte de una agenda “contra el terrorismo”. Pero en el fondo, cualquier estadounidense opuesto a las políticas del gobierno de EE.UU. puede –según las disposiciones de la NDAA– ser etiquetado como “sospechoso de terrorismo” y arrestado bajo detención militar.
“Además, quiero aclarar que mi administración no autorizará la detención militar indefinida sin juicio a ciudadanos estadounidenses. De hecho, creo que al hacerlo se rompería con nuestras más importantes tradiciones y valores como nación. Mi administración interpretará el artículo 1021 de manera que se asegure que cualquier detención cumpla con la Constitución, las leyes de guerra, y todos las demás leyes aplicables.”
Barack Obama […] sabe muy bien que la firma de esta declaración –en donde cacarea su compromiso con la democracia– es puramente estética. No tiene fuerza de ley. […] El artículo 1021 es muy claro. El Ejecutivo no puede negarse a aplicarla. La firma de la declaración de ninguna manera invalida o modifica la firma efectiva por el Presidente Obama de la NDAA (HR 1540). […]
La “Ley de Autorización de Defensa Nacional” (HR 1540) deroga la Constitución de los EE.UU. […] La tendencia es hacia el establecimiento de un Estado totalitario, un gobierno militar vestido con traje de civil.
La aprobación de la NDAA está íntimamente relacionada con la agenda mundial militar de Washington. La búsqueda de la hegemonía militar de todo el mundo requiere también la “militarización de la Patria”, es decir, la desaparición de la república estadounidense. […]
Las disposiciones pertinentes de la NDAA HR 1540 son, en muchos aspectos, comparables a las contenidas en el “Decreto del Presidente del Reich para la Protección del Pueblo y el Estado” […], promulgada en Alemania bajo la República de Weimar el 27 de febrero de 1933 por el presidente […] Hindenburg.
Implementado en la estela inmediata del incendio del Reichstag (que sirvió como pretexto), este decreto de febrero de 1933 se utilizó para revocar las libertades civiles incluyendo el derecho de habeas corpus. […]. La democracia constitucional fue anulada en Alemania a través de la firma de un decreto presidencial. […] Fue seguido en marzo de 1933 por “La Ley de Habilitación” […], lo que permitió (o activó) el gobierno nazi del canciller Adolfo Hitler, quien invoco poderes dictatoriales de facto. Estos dos decretos permitieron al régimen nazi introducir una legislación que estaba en contradicción abierta con la Constitución de Weimar de 1919. […]
Esta nueva ley, por supuesto ignorada –pese a su trascendencia– por los medios del Sistema, viene a completar el proceso de desmantelamiento de la democracia estadounidense iniciado con la Ley PATRIOT (2001) y seguido con la Ley de Comisiones Militares (2006). Las garantías constitucionales en ese país están derogadas. Obama, como ya señaló el juez Napolitano, continúa la misión liberticida de G. W. Bush; ahora incluso la sobrepasa, completando el entramado legal que ya ha convertido a Estados Unidos en una dictadura nacional de iure (con sus guerras imperiales y su red de secuestros y torturas ya era una dictadura internacional de facto). Sólo hay que esperar al oportuno sobresalto (quizá un nuevo autoatentado, como el 11-S; quizá otro experimento más novedoso) para poner en marcha toda la maquinaria fascista.
Obama maneja hábilmente el Principio de Sí Contradicción, como expone este artículo de Chossudovsky, al destacar que de cara a la galería se opone de palabra a los fundamentos de la ley, pero acto seguido procede a firmarla. Esa fachada amable y “liberal” engaña a millones que admiran a este presidente. De momento, muy pocos han reaccionado ante estos atropellos; quizá dentro de poco, como consecuencia de esa ley, paguen por ello… LEx