viernes, junio 16, 2006

Rajoy será recibido por el Papa el 9 de julio

Religión Digital, 6.6.06

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, será recibido junto a su esposa por el Papa Benedicto XVI tras asistir ambos a la misa dominical en Valencia, con la que el Pontífice pondrá fin a su estancia en España con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), según informaron fuentes de la organización del evento a Europa Press.

La entrevista de Benedicto XVI con el líder del principal partido de la oposición será de carácter privado y se producirá un día después de que el Papa se reúna con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la sede del Palacio Arzobispal de Valencia.

El jefe del Gobierno aún no ha confirmado si asistirá a la citada misa del domingo, en la que está prevista la presencia de los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, así como otras altas autoridades del Estado y de la Comunidad Valenciana.

El Pontífice llegará al Aeropuerto de Manises en la mañana del sábado 8 de julio, donde tendrá lugar la ceremonia de bienvenida a cargo de los Reyes, Zapatero y otros miembros del Gobierno, seguido de los discursos de las autoridades allí presentes.

Desde allí, el Papa será trasladado en un vehículo panorámico que lo conducirá hasta la Catedral de Valencia, donde visitará la Capilla del Santo Cáliz. Benedicto XVI recorrerá a pie el trayecto entre la Catedral y la Basílica de la Virgen de los Desamparados, desde donde se desplazará al Palacio Arzobispal, lugar en el que tendrá su residencia durante su estancia en Valencia.

Posteriormente, Su Santidad acudirá al Palau de la Generalitat, donde le recibirá la Familia Real. Tras el encuentro, el Papa volverá al Palacio Arzobispal para recibir la citada visita de Zapatero.

Finalmente, la jornada del sábado concluirá con el traslado en vehículo panorámico del Papa hasta el escenario instalado en el Puente de Monteolivete, en la Ciutat de les Arts i les Ciències, donde, sobre las 21.00 horas, el Santo Padre participará en el Encuentro Festivo Testimonial al que acudirán peregrinos de todo el mundo. Al término del acto el Papa será conducido de nuevo al Palacio Arzobispal.

En cuanto al domingo, Benedicto XVI se trasladará al altar situado sobre el Puente de Monteolivete para presidir la Eucaristía que se celebrará a partir de las 09.30 horas y en la que el Papa pronunciará una homilía. Tras ello, el Pontífice será conducido al aeropuerto de Manises, desde donde partirá el vuelo papal de regreso a Roma tras la ceremonia de despedida y los discursos pertinentes.

Lo normal es que el visitado reciba al visitante, pero no es así si el visitante es el papa.

Resulta interesante fijarse en las veces que aparece el verbo ‘recibir’. Alguien dirá que en un caso es el papa el recibido (por los reyes). Pero no se olvide que, previamente, son ellos los que se habrán trasladado hasta donde está el papa (desde Madrid, probablemente, hasta Valencia).

¿No tiene poder? Eso creen muchos todavía...
LEx

viernes, junio 09, 2006

Una campaña a favor de la visita del Papa

Alfonso García Nuño
Libertad Digital, Iglesia, 1.6.06

Un conjunto de grupos, colectivos, movimientos, asociaciones y entidades de vario tipo, entre las que se encuentran Comunitats Cristianes Populars, Corrent Som Església, Dones Creients, Católiques pel dret a decidir, Ca Revolta, Grup Cristiá Pacifista, Federación Internacional de Ateos y Coordinadora de Asociaciones de Lucha contra el Sida en la Comunitat Valenciana, han decidido apoyar animosamente la visita de Benedicto XVI a Valencia.

Para realzar algunos aspectos importantes de la visita papal, han firmado un manifiesto y proponen engalanar también la ciudad del Turia con 5.000 pancartas en las que, además de figurar una mitra de gules dentro de un triángulo equilátero isócromo sobre campo de plata, campeará el siguiente lema: "Jo no t’espere", es decir, "Yo no te espero". Es lástima que figure en negativo el lema, tal vez por timidez, pues más bien parecería que quisieran decir "Yo te deseo", y claro, es tanta el ansia y necesidad del Romano Pontífice, que esperarle es poco. Y es que cuando una vida se construye en la negativa de algo, ese algo se hace imprescindible, pues es sobre lo que se sostiene. ¡Qué sería de la hiedra si desapareciera la encina sobre la que medra! Y en nuestro occidente, la gran encina es la Iglesia.

Ciertamente de manera excesivamente tímida, toda esta campaña, lo mismo que ocurre con fenómenos como El código Da Vinci y semejantes, no va hacer otra cosa que ensalzar y amplificar la visita de Benedicto XVI. Con la reciente experiencia de las caricaturas de Mahoma y la reacción consiguiente, todos aquellos que se opongan, que ridiculicen, que hagan mofa de Benedicto XVI, estarán ayudando a poner de manifiesto que el cristianismo es religión de libertad. Quedará claro que es tan nítida la apuesta del Papa y los demás católicos por la libertad de conciencia y de expresión que no recurrirán a la violencia para acallar a quienes intenten enmudecerlos, porque la libertad llevada al extremo es la protección de la libertad de aquellos que intentan negarte.

Lamentablemente, tiene razón el autor en su análisis: es tal el poder del papado, que prácticamente cualquier acción que se pretenda llevar a cabo en su contra, revierte en su favor. Y esto se debe sobre todo a la ignorancia generalizada sobre cuestiones religiosas, por lo que los críticos con la Iglesia Católica Romana tienden a asumir el principal engaño de esta institución: la ecuación catolicismo = cristianismo. Tal es el caso de ‘El Código Da Vinci’, obra que, quizá sin pretenderlo y también por ignorancia de su autor, apoya la errónea idea de que esta iglesia es la albacea y depositaria de los evangelios canónicos (a los que supuestamente se opondría una versión alternativa, más fiable según Dan Brown).

Muchas otras iniciativas se sustentan sobre esta misma idea: la solicitud de “apostatar” de la ICR, las exigencias de gays y lesbianas (no sólo católicos) de que el papa valore positivamente de una vez por todas su condición, los llamados de instancias internacionales a que el Vaticano apruebe el uso del preservativo… Todos ellos signos de la hegemonía espiritual de esta institución.

Por ello, la mejor forma (quizá la única) de oponerse al totalitarismo papal consiste en denunciar que, a pesar de todos los elementos genuinamente cristianos que se pueden encontrar en el mundo católico, su institución clave es lo más opuesto al evangelio de Jesús (ver
¿Quién es el Santo Padre?). LEx

El manifiesto consta de 12 puntos y cada uno de ellos no hace sino encumbrar los postulados católicos a nada que se lean con mediana inteligencia. Así, por ejemplo, en el primer apartado […] no solamente se apuesta por un Estado laico, sino también por una sociedad laica, tal vez por confundir religión con confesión o por pensar que el que sea mayoritariamente religiosa una sociedad haga imposible que en su seno convivan varias religiones. […]

La defensa de una sociedad laica es un principio absolutamente cristiano. Porque laicismo significa la independencia del estado respecto de cualquier institución o confesión religiosa, lo cual en absoluto implica la increencia de los miembros de la sociedad, sino su compromiso con no pretender imponer su confesión al conjunto de la sociedad (tal como establece la Biblia: Marcos 12: 17; Lucas 9: 51-56; Juan 18: 36; 2 Corintios 6: 14-16). Por lo tanto, una sociedad en la que todos sean creyentes, incluso creyentes de una misma confesión, puede (y debería) ser una sociedad laica, en la que las instituciones públicas no se identificaran con ninguna de esas confesiones, pero por supuesto respetaran las creencias de los individuos y los colectivos. LEx