ABC, 6.4.06
El pulso lanzado desde Moncloa para controlar la organización y la difusión de la visita del Papa a Valencia los días 8 y 9 de julio, del que dio cuenta ayer ABC, no surtirá efecto, tras las gestiones realizadas ayer por ambas partes para evitar que la controversia derive en un importante conflicto entre el Gobierno y la Iglesia.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, recordó ayer al Ejecutivo socialista que «el Papa viene a un viaje pastoral, a ver a las familias y a fortalecer a la familia cristiana», al tiempo que pidió «que cada uno ocupe su lugar».
Blázquez recordó que la primera invitación oficial para que el Pontífice visitara Valencia partió del arzobispo Agustín García-Gasco, sumándose posteriormente la Conferencia Episcopal, Su Majestad el Rey y, más tarde, el presidente del Gobierno. «Todos estamos encantados de que venga. Evidentemente, el Papa también es un jefe de Estado y todos seremos tratados de forma adecuada. Él saludará a todos, a la Familia Real y al presidente del Gobierno, que también parece que va a ir, y todo transcurrirá dentro de la cortesía y el respeto», indicó.
Sobre la capacidad de RTVV de llevar adelante la retransmisión del Encuentro, Ricardo Blázquez, se mostró ayer convencido de ello porque «la Santa Sede ha creído oportuno designar a Canal 9 en lugar de TVE». No obstante, deseó que no haya conflictos y que «el centro de la retransmisión debe ser el Papa y su mensaje sobre la familia».
Ni siquiera el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, está de acuerdo con la presión ejercida por Moncloa para fiscalizar este encuentro y ayer, durante su visita al cardenal de Toledo y vicepresidente del Episcopado, Antonio Cañizares, indicó que el PSPV «colaborará con todas sus fuerzas para que la visita del Papa a Valencia sea un éxito».
Pla reconoció que la organización del Encuentro correspondía a la Fundación que integran la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia, por un lado, y el Arzobispado de Valencia, por el otro, y que «no se hará bandera política» del Encuentro Mundial de las Familias. […]
Precisamente una causa de esa controversia ha sido la retransmisión televisiva y la distribución de la señal del viaje. Desde Moncloa se pretendía que de esta tarea se encargara Radiotelevisión Española. Sin embargo, el pasado 27 de febrero la Fundación que organiza el V Encuentro Mundial de las Familias y Radiotelevisión Valenciana (RTVV) firmaron un acuerdo por el que la televisión autonómica «producirá y distribuirá en exclusiva la señal institucional audiovisual y radiofónica del Encuentro». Fuentes consultadas por ABC señalaron que desde el Gobierno se temía que «en este marco de defensa de la institución familiar por parte de la Iglesia se pudiera suscitar algún reproche de los miles de asistentes al Encuentro al respecto de las políticas sociales puestas en marcha por el Ejecutivo español». […]
Recapitulemos… Un jefe de estado extranjero visita España, pero como su visita será “pastoral”, es la entidad religiosa de la que también es jefe la que organizará su estancia en nuestro país.
Así que, paradójicamente, él será el anfitrión: él escoge la cadena de televisión que cubrirá su visita, y él recibe (no al revés) tanto al jefe del estado del país que viene a visitar como a su presidente del gobierno… los cuales se desplazarán hasta Valencia para hacerle los honores, que por algo es jefe del estado él también. (Por cierto, ¿y quién pagará los gastos de los fastos?).
Lo ha resumido muy bien el señor Blázquez, presidente de la sucursal española de dicha entidad religiosa: «que cada uno ocupe su lugar». O sea, los representantes del pueblo español, el papel de subordinados del papa; y éste, como siempre, el de simple mortal divinizado por la estupidez humana, que para eso sirve, entre otras cosas, mezclar política y religión...
Y en tanto esto se prepara de manera inexorable, el representante del PSOE en Valencia promete no hacer “bandera política” de la visita… ¿Cabe esperar lo mismo de los del otro lado? (En particular, de la Cope, emisora del papa y los obispos caracterizada por explotar cualquier acontecimiento para desgastar al gobierno). LEx